Fascitis Plantar

La fascitis plantar es la inflamación de una banda de tejido elástico; denominada fascia plantar, que va desde el calcáneo hasta las cabezas metatarsales.
Esta inflamación, se encuentra localizada en la zona de inserción del calcáneo, provocando un dolor intenso en la zona interna del talón, que es más fuerte durante los primeros pasos y que posteriormente, va disminuyendo a medida que caminamos un poco. Esto se produce porque en el momento en que la fascia se encuentra en reposo y no caminamos, se relaja y se acorta, y al dar los primeros pasos, se estira y las fuerzas de tracción aumentan.   
Esta estructura anatómica, tiene la función (junto con otras estructuras del pie) de mantener el arco plantar, absorber y devolver la energía que se origina cuando el pie impacta contra el suelo, para proteger los metatarsianos.
En el momento, en el que empiezan a aparecer los primeros síntomas, se debe empezar a tomar medidas para evitar que la fascitis vaya empeorando y llegue a formarse un espolón calcáneo, pues cuanto antes se aplique el tratamiento, mejores resultados se obtienen. 
 Un espolón calcáneo es una calcificación en el talón, concretamente en la superficie del hueso calcáneo. Es una afectación de origen inflamatorio, que se caracteriza por un dolor intenso en el borde interno e inferior del pie. 

Esta calcificación, se origina en la inserción de la fascia plantar en el calcáneo y se produce por alteraciones continuadas de tipo mecánicas, como:
  • El incremento de actividad física
  • El uso de calzado inadecuado
  • O por alteraciones estructurales, que acaban desarrollando un proceso inflamatorio, que posteriormente da origen al espolón calcáneo.
Se caracteriza por un dolor, que desaparece con el reposo, y aparece al colocarse de pie y permanece continuo durante la deambulación, irradiándose por toda la planta del pie.
La diferencia entre ambas afectaciones se observa, cuando en las pruebas radiológicas está presente la calcificación del tubérculo posterointerno del calcáneo, que indicará la presencia de un espolón calcáneo; no obstante, si en las pruebas no aparece esta calcificación, se tratará de una fascitis plantar.
En ambos casos, el objetivo del tratamiento consistirá en reducir la tensión de la fascia plantar, para que disminuya la inflamación y el dolor. 

Servicio Podología Kinesioclinic 

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