EL CUIDADO DE LOS PIES EN LA INFANCIA

El uso de calzado inadecuado, puede ocasionar el 75-80% de los problemas en los pies, durante la edad adulta.
Por este motivo, es muy importante, tener una atención especial en el calzado utilizado diariamente;  tanto en la edad adulta como, durante los primeros años de vida; ya que, cuando los pies crecen correctamente, sin alteraciones, podemos evitar muchos problemas  posteriores, en la edad adulta.  
Durante los primeros meses y años de vida, los pies de los bebés tienen una forma diferente a los pies de los adultos, siendo más anchos en la parte del metatarso y estrecha en el talón; además, los huesos no están desarrollados, por lo que son más flexibles. Pero éstos 26 huesos que componen cada uno de los pies, se desarrollan gradualmente, durante los primeros años de vida hasta los 8-12 años.
Por este motivo, es importante dejar que los pies de los bebés se desarrollen de forma natural, dejando que caminen descalzos por casa, evitando la constricción de los zapatos; de manera que, se fortalezcan y se trabajen los músculos de los pies y las piernas, preparándolo mejor, para cuando empiece a caminar.
Como el pie de los niños está en continuo crecimiento, es importante tener en cuenta el tamaño de los calcetines y zapatos, pues si estas prendas están demasiado ajustadas, es necesario comprar otras, para que los pies queden sin inhibiciones.
En el momento, en el que el bebé empieza a dar sus primeros pasos, los pies de los bebés son planos y los zapatos son innecesarios; pues los pies, están perfectamente diseñados para caminar descalzos durante esta etapa. También es importante saber que no se debe obligar al niño a caminar antes de tiempo, ya que cada niño es distinto y lo harán en el momento en el que estén listos; de manera que, puede ser entre los 10 y los 18 meses.  
En el momento, en el que el niño, empieza a caminar fuera de casa, es necesaria la protección de los zapatos para evitar problemas de infecciones o lesiones en la planta de los pies. El zapato de ser de buena calidad, con las partes superiores de cuero, sin ajustarse demasiado al pie, para dejar un espacio razonable para el crecimiento futuro.
Durante la primera etapa del desarrollo, los bebés suelen caminar con los pies planos, lo cual es normal, porque les proporciona una base de apoyo más estable, hasta que las piernas y los pies se fortalecen. En el caso, que el pie plano persista en un niño pequeño y cause problemas o dolores, se debe realizar una consulta podológica para asesorar si se podrían necesitar ejercicios o bien, el uso de plantillas correctoras.
En caso de que el niño parezca tropezar más de lo normal, será necesario observar la forma en la que camina, para determinar si estas dificultades, se producen por una alteración en el desarrollo de la cadera. 

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