Actualmente, existen muchos deportes que se practican alrededor de todo el mundo, y cada uno de ellos, tiene su calzado concreto; por ejemplo: el calzado que se utiliza en la práctica deportiva del futbol, no es el mismo que el que se usa en baloncesto y; por lo tanto, las lesiones de estos jugadores no serán las mismas; variaran, dependiendo del deporte que realicen.
De este modo, la podología deportiva, es la disciplina encargada de aplicar los conocimientos específicos, con el objetivo de prevenir y tratar las posibles patologías producidas durante cada práctica deportiva.
Para poder practicar cada deporte, se necesitan una serie de complementos:
El calzado deportivo se debe escoger en función del terreno en el que se realiza el deporte, para que nos permita evitar lesiones y mejorar la eficacia deportiva.
Por lo tanto, el calzado deportivo debe tener las siguientes características, en caso de que el deportista no padezca ningún tipo de patología:
- Debe ser amplio, con materiales transpirables, acordonado, con contrafuerte resistente y con suela de aproximadamente 2cm.
El calzado siempre se debe comprar por las tardes, pues durante el día, el pie se dilata, y por lo tanto, a última hora del día, podremos saber el tamaño real del pie.
Cualquier alteración dinámica que presenten los pies, puede dar lugar a patologías en tendones, músculos y ligamentos, que son los encargados de estabilizar la base del cuerpo.
Por este motivo, es importante, que si se sufren molestias repetitivas en una misma zona, y se contracturan siempre los mismos grupos musculares o si se desgastan de forma anómala o demasiado rápido las zapatillas deportivas, es necesario realizar una exploración biomecánica, para analizar la pisada y poder determinar, cual es el origen del problema; ya que cuando los pies no están bien alineados, se produce un desequilibrio, que se transmite hacia arriba, al resto del cuerpo, ocasionando lesiones localizadas en zonas lejanas a los pies.
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