La articulación temporomandibular (ATM) es la articulación que une la mandíbula con el cráneo y está formada principalmente por los músculos masetero, temporal, pterigoideo medial y lateral. A nivel de la vascularización sanguínea, la ATM está irrigada por la arteria temporal superficial y la arteria maxilar. Los responsables de la inervación son el nervio auriculotemporal, el nervio masetérico y los nervios temporales profundos (ramas del nervio trigémino, V par craneal).
Entre las funciones principales de la ATM se encuentran el habla y la masticación, entre otros. Hoy en día la sociedad está expuesta a mucha carga emocional y situaciones estresantes que acaban derivando en trastornos temporomandibulares, como por ejemplo el bruxismo.
El bruxismo es la actividad muscular masticatoria repetida de la mandíbula que se caracteriza por el apretón o rechinar de los dientes. Según el momento de mayor actividad muscular inconsciente, se clasifica en bruxismo nocturno y bruxismo diurno.
Signos y síntomas frecuentes:
Desgaste dental
Dolor muscular en la zona lateral de la cara, sobre todo por la mañana
Dolor de cabeza y cefaleas
Disfunciones de la ATM
Problemas periodontales
Hipertono de la musculatura masticatoria
Insomnio
Para tratar el bruxismo es muy importante reducir al máximo las situaciones de estrés mediantes meditación, ejercicios de relajación y, si fuera necesario, pedir ayuda psicológica a un profesional con el objetivo de aprender a controlar las situaciones estresantes.
Otros consejos son:
Evitar comer chicles o alimentos duros
Beber mucha agua
Masajear la musculatura que normalmente suele tener dolor
Evitar el consumo de sustancias estimulantes antes de dormir
Mantener buenos hábitos de sueño y crearse una rutina
Acudir al fisioterapeuta para relajar toda la musculatura que está trabajando en exceso e intentar normalizar todas las estructuras que agravan dicha patología.
En caso de existir desgaste dental debido a la gran actividad muscular, se recomienda utilizar férulas de descarga con el objetivo de que los dientes no estén en contacto y así evitar que el desgaste avance.
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