Los estiramientos neuromusculares permiten estirar los músculos más allá de lo que se consigue con el estiramiento tradicional.
El objetivo principal de este tipo de estiramientos es la disminución de la tensión a través de la inhibición de los reflejos miotáticos.
Los reflejos miotáticos son las respuestas que ejerce el cuerpo frente al estiramiento, es uno de los reflejos más simples en los que interviene la neurona sensitiva y la motora . Uno de los ejemplos más claros de reflejo miotático sería el golpeo con martillo sobre el tendón rotuliano. Se trata de uno de los mecanismos de defensa del cuerpo para evitar lesiones.
En los estiramientos neuromusculares se utilizan patrones tridimensionales que actúan sobre grupos musculares, con lo que se trabaja de forma coordinada sobre varios músculos a la vez.
Técnicas:
- Caso 1: el paciente presenta limitación de movimiento o no consigue realizar el movimiento de forma activa.
El fisioterapeuta inicia el estiramiento y lo mantiene al máximo de las capacidades del paciente y le pide al paciente una contracción isométrica (sin movimiento) del grupo muscular que se está estirando. A continuación, el músculo disminuye la tensión y se prosigue con la elongación del grupo muscular.
- Caso 2: El paciente es incapaz de realizar el movimiento y presenta mucho dolor.
El fisioterapeuta inicia el estiramiento hasta la máxima amplitud posible, y a continuación el paciente realiza una contracción isométrica del grupo muscular antagonista. Una vez disminuida la tensión, el fisioterapeuta prosigue con el estiramiento hasta el máximo rango de movilidad posible.
Para conseguir inhibir el reflejo miotático se debe respetar el mantenimiento de la posición estirada entre 6 y 10 segundos.
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