Edema óseo


El edema óseo es un cuadro clínico doloroso, inespecífico que indica la presencia de una patología subyacente. Este aparece cuando hay un proceso inflamatorio creando una osteítis (inflamación del hueso). Desde el punto de vista histológico el edema óseo, corresponde a un infiltrado inflamatorio con macrófagos, citoquinas, linfocitos T y B, células plasmáticas y osteoclastos. Encontramos una gran heterogeneidad de enfermedades relacionadas y diferentes causas que pueden producir un edema óseo como un traumatismo directo, estrés tisular, osteoartritis, patologías reumáticas, síndrome regional complejo, etc. 


Clasificación de las patologías asociadas al edema óseo:


Así mismo, también se han considerado dos hipótesis patogénicas para desarrollar un edema óseo: la teoría de afuera hacia adentro y la teoría de adentro hacia afuera. La teoría de afuera hacia adentro dice que la inflamación comienza en la capa sinovial adyacente al hueso subcondral y migra hacia la médula ósea. Y la teoría de adentro hacia fuera, en cambio, prevé que el proceso inflamatorio comienza desde la médula ósea hacia la membrana sinovial. 


La técnica de referencia para la detección del edema óseo es la resonancia magnética (RM) donde se pueden ver cambios de intensidad de señal en los tejidos. En las secuencias potenciadas en T1 se visualiza una señal hipointensa (negro) y en las potenciadas por T2 una señal hiperintensa (blanco). Los síntomas más comunes del edema óseo son el dolor, disfunción y daño progresivo del cartílago.


Cortes coronales de resonancia magnética de rodilla izquierda con edema óseo de origen traumático. 

  • A: secuencias potenciadas en T1 el edema presenta una señal hipointensa

  • B: secuencias potenciadas en T2 el edema presenta una señal hiperintensa. 



Dependiendo de la gravedad de la sintomatología dolorosa y la evidencia de la resonancia magnética, se pueden seguir diferentes estrategias de tratamiento: técnicas físicas, opciones farmacológicas y terapia quirúrgica. El tratamiento inicial es el conservador a través de fisioterapia y medicación para disminuir la hinchazón y el dolor. Se puede plantear la cirugía en casos donde hay gran daño tisular.


El edema óseo puede llegar a tardar en recuperarse hasta 12 meses, aunque todo dependerá de cada patología asociada. 





Bibliografia: 

  • Molfetta L, Florian A, Saviola G, Frediani B. Bone Marrow Edema: pathogenetic features. Clin Ter. 2022 Sep-Oct;173(5):434-439.l

  • L. Suárez Arias, G. López Graña, E. Sandoval Rodríguez. Edema óseo y fracturas trabeculares en la rodilla: ¿se pueden tratar?. Rev Esp Traum Lab. 2022;5(2):86-94

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