Fascitis plantar: causas y tratamiento

 La fascia plantar es una banda gruesa de tejido conectivo fibroso que se encuentra en la planta del pie. Se extiende desde el hueso del talón (calcáneo) hasta los huesos de los dedos del pie y tiene la función de sostener el arco del pie y amortiguar los impactos durante el caminar o correr. La fascia plantar es una estructura importante que trabaja en conjunto con los músculos, ligamentos y huesos del pie para mantener la estabilidad y la flexibilidad necesarias para el movimiento. Puede actuar como una viga cuando los metatarsianos están sometidos a importantes fuerzas de flexión (propulsión) y como una armadura cuando el pie absorbe fuerzas de impacto expandidas durante el aterrizaje y en la fase de apoyo de la marcha. 

La fascitis plantar es una causa común de dolor de pie en adultos, empeorando la calidad de vida de los pacientes. La fascitis plantar afecta tanto en deportistas de élite como en deportistas recreativos, y las mujeres se ven afectadas con una frecuencia ligeramente mayor que los hombres.



En el pasado, la fascitis plantar se definía como una condición inflamatoria crónica, hoy en día se considera una patología degenerativa, más similar a una tendinopatía o una enfermedad crónica que se evidencia en el sitio de inserción de la fascia plantar en el tubérculo medial del calcáneo. También se conoce como síndrome de dolor del talón plantar, síndrome del espolón calcáneo, fasciopatía plantar o síndrome del talón doloroso. 


La fase aguda de la fascitis plantar puede convertirse en una fase crónica, que se caracteriza por una remisión clínica y por la progresión del proceso de degeneración de la fascia plantar. 


El síntoma cardinal es el dolor intenso y agudo en el talón, localizado principalmente en el punto donde la fascia plantar se une al calcáneo anterior. Generalmente, el dolor se presenta al caminar por primera vez por la mañana o después de un período de descanso, pero también puede ocurrir después de caminar mucho o estar de pie. En los atletas, el dolor puede aparecer después de un período de entrenamiento intenso, normalmente disminuye con el calentamiento y reaparece al final del entrenamiento. También se presenta rigidez del pie e hinchazón del talón.

En el 45% al ​​85% de los pacientes que sufren de fascitis plantar, también está presente el espolón calcáneo.


Las causas de la fasciopatía plantar pueden incluir:


  • Sobrecarga repetitiva: La fasciopatía plantar es más común en personas que realizan actividades que implican una sobrecarga repetitiva en la fascia plantar junto con impacto, es por eso que es una patología recurrente en corredores.

  • Edad: A medida que envejecemos, la fascia plantar se vuelve menos flexible, ya que está formada principalmente por elastina y colágeno y es más propensa a lesiones.

  • Obesidad: El exceso de peso puede ejercer una presión adicional en la fascia plantar y aumentar el riesgo de fasciopatía plantar.

  • Calzado inadecuado: El uso de zapatos no adecuados para la práctica deportiva que estemos realizando o una mala elección del calzado del día a día dependiendo del tipo de pisada que tenemos (consultar con un podólogo).

  • Anormalidades biomecánicas: Las personas con pies planos, pies cavos o piernas arqueadas pueden tener una mayor probabilidad de desarrollar fasciotomía plantar debido a alteraciones biomecánicas mantenidas.

  • Artritis: La artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante pueden aumentar el riesgo de fasciopatía plantar.

  • Trauma: Un golpe o una caída directa en el talón o la parte delantera del pie puede dañar la fascia plantar.

  • Cambios hormonales: Algunas personas pueden desarrollar fasciopatía plantar durante el embarazo debido a cambios hormonales.



Los tratamientos que ofrecemos desde la fisioterapia son:


  • Tratamiento con diatermia: la diatermia nos ayuda a mejorar la elasticidad de la musculatura intrínseca del pie así como el tejido fascial para relajar al tejido y aliviar síntomas.

  • Punción seca: la punción seca no nos ayuda a nivel fascial pero sí nos permite actuar en aquella musculatura adyacente que tiende a generar dolor durante la fascitis plantar por la alteración de la biomecánica de la marcha.

  • Terapia manual: dentro de la terapia manual será importante la movilización de los huesos del pie que hayan quedado en bloqueo o falta de movilidad mediante técnicas manuales o osteopáticas. También el fisioterapeuta/osteópata valorará el resto de la musculatura y aplicará las técnicas manuales necesarias para relajar, descontracturar y movilizar la musculatura del pie y el sistema fascial plantar. 

  • Trabajo activo: se recomienda la relajación y movilización de la zona mediante una pelota de masaje, el automasaje y estiramiento de la zona de sóleo y de gemenos. También sugerimos técnicas de automovilización de tobillo por tal de mejorar la flexión dorsal de tobillo ya que tiende a asociarse esta falta de movilidad de tobillo con la presencia de fascitis plantar. 




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